Aprovechando el hackathon de casters de la reciente Euskal Encounter, hicimos un cálculo del número de personas que trabajan actualmente en el ámbito de los e-sports en España. Los datos son impresionantes, aunque todavía tienen mucho recorrido: unos 200 jugadores, 25 casters y un centenar de otros profesionales. Veamos.

– Por una parte están las plataformas de broadcasting, como Twitch, Movistar y Youtube, que tienen personal fundamentalmente técnico y administrativo. De todas formas, la mayor parte de ellos están en EE.UU.

– Unos 200 jugadores, más de la mitad de ellos en la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), que actualmente pertenece a Mediapro. Otras competiciones populares son la ESL, una entidad con sede en Alemania que en España está patrocinada por Movistar y que emplea a 40 jugadores; Call of Duty, de Playstation y con 30 jugadores en España: o Hearthston, de Blizzard y con unos 12 jugadores en España.

– Unos 25 casters, la mayor parte de los cuales trabajan para la LVP y la ESL.

– Otro centenar de profesionales, que fundamentalmente son empleados de la LVP que realizan labores tan peculiares como el entrenamiento, la fisioterapia, la grabación y tratamiento de imágenes y sonido, la comercialización de publicidad y el arbitraje. Hay que tener en cuenta que la LVP tiene una especie de «gaming house» en la que viven los jugadores y donde también hay, entre otras cosas, cocineros.

La consultora Superdata calculó que el negocio de los e-sports había generado 14,5 millones de euros en España en 2016 y Newzoo hizo un cálculo similar a nivel mundial: 655 millones de dólres. Como el crecimiento anual está estimado en un 32% (PwC), es fácil imaginar que en 2017 alcanzó los 20 millones de euros en España.

Sea como fuere, sigue siendo un fenómeno minoritario. Es cierto que ha habido algunas operaciones de altura, como la inversión de dos millones de euros en el equipo Mad Lions, y que un campeonato celebrado en 2017 en Katowice (Polonia) reunió a 46 millones de personas online y 170.000 presencialmente, pero es difícil imaginar que los e-sports se parezcan algún día al fútbol.

Los jugadores tampoco se están haciendo millonarios. Salvo contadas excepciones, como la de Ocelote, que gana más de 600.000 euros anuales y es propietario de un yate, el competidor tipo ingresa 1.500 euros al mes de media. Se pueden llevar más dinero por patrocinios directos y premios, pero generalmente tampoco es un dineral.

Ser youtuber se ha convertido en una de las profesiones más codiciadas de los millenials. ¿Sucederá lo mismo en un futuro próximo con los jugadores de e-sports? A tenor de los ingresos actuales, es más que dudoso. Mucho tendrá que crecer esta industria para que así sea.